Por qué hacer ejercicio en la mediana edad retarda el envejecimiento

El envejecimiento es inevitable, pero no necesitamos caer en la trampa del envejecimiento, sentirnos peor, reducir la energía y ganar peso. Podemos sentirnos vitales, fuertes y sorprendentes a medida que envejecemos, ¡solo necesitamos actuar! Sigue leyendo porque encontrarás que, una de las razones claves de por qué hacer ejercicio en la mediana edad es indispensable para retrasar el paso del tiempo.

Como lo acabamos de mencionar, una de esas acciones que podemos tomar para retrasar el paso del tiempo, es el ejercicio físico: impacta positivamente la longevidad, aumenta la prevención del síndrome metabólico, previene el desgaste muscular y también moviliza las células madre.

Retardar la llegada envejecimiento, llevará tiempo y esfuerzo. No existe una píldora secreta o mágica, sino que, como todas las cosas que queremos mejorar, requerirá un esfuerzo constante una y otra vez.

Hacer un esfuerzo para sentirse bien constantemente vale cada segundo y cada gota de sudor. A medida que envejecemos, esto no cambia, sino que se vuelve más importante. Puede ser más difícil levantarse y hacer ejercicio, pero eso no cambia el hecho de que vale mucho la pena.

Por qué hacer ejercicio en la mediana edad retarda el envejecimiento

1. El ejercicio combate la sarcopenia

Durante el proceso de envejecimiento, nuestro metabolismo se ralentiza, lo que facilita ganar grasa y perder músculo. La masa muscular comienza a disminuir típicamente después de los 30 años y, en promedio, a los 80 años se pierde el 40% de la masa muscular. La sarcopenia se refiere a la pérdida de masa muscular relacionada con la edad y la correspondiente pérdida de fuerza. Es evidente que, si no se toman medidas, esto es inevitable.

Esto significa que necesitamos integrar el entrenamiento de resistencia para estimular, mantener y construir los músculos. La masa muscular magra es vital para la longevidad. Nos ayuda a mantenernos sensibles a la insulina, más activos metabólicamente y capaces de funcionar por nuestra cuenta sin la necesidad de la ayuda de otros.

2. El ejercicio mejora la absorción de oxígeno

Otra buena medida es el VO2 max, que es la absorción máxima de oxígeno y, a menudo, se denomina capacidad aeróbica máxima. Es un gran indicador de la aptitud cardiorrespiratoria. El VO2 max tiende a disminuir como la masa muscular con la edad. Al mantener el VO2 max, ayudamos a mantener nuestro corazón sano y fuerte a medida que envejecemos. Un poco de cardio es una buena idea para mantener en tu rutina para ir junto con el entrenamiento de resistencia.

3. El ejercicio puede conducir a la regeneración celular

También es importante agregar algo de ejercicio intenso, esto puede hacerse a través del entrenamiento de umbral anaeróbico o entrenamientos HIIT, ya que el ejercicio vigoroso estimula la producción de células madre mesenquimales (MSC) en el músculo y la médula ósea. Los MSC son extremadamente poderosos; pueden influir significativamente en los procesos regenerativos y, en algunas enfermedades, conducen a una regeneración exitosa del tejido dañado.

4. El ejercicio combate la resistencia a la insulina

El ejercicio también ayuda a promover la sensibilidad a la insulina, que es fundamental para la longevidad. Cuando nos volvemos resistentes a la insulina, aumentamos de peso más fácilmente y nuestros niveles de azúcar en la sangre pueden ir por todas partes. Para contrarrestar la resistencia a la insulina, el ejercicio es de vital importancia.

hacer ejercicio en la mediana edad retrasa el envejecimiento

El ejercicio ayuda a aumentar el transportador de glucosa GLUT4 en las células musculares después del ejercicio. El transportador GLUT4 ayuda a llevar los azúcares a las células y las membranas celulares ricas en GLUT4 son muy sensibles a la insulina, lo que significa que al hacer ejercicio aumentamos nuestra sensibilidad a la insulina.

5. El ejercicio en la mediana edad puede reducir la inflamación crónica

En los ancianos, los niveles de inflamación crónica marcadores tienden a ser más altos. La inflamación crónica tiene efectos negativos muy extendidos en el cuerpo y su funcionalidad, desde el deterioro del sistema inmunológico hasta la salud mental. Hacer ejercicio en la mediana edad, es una intervención sorprendente y efectiva que reduce los niveles de inflamación crónica y ayuda a combatir los efectos dañinos del envejecimiento.

Un estudio que salió el año pasado y examinó a 5823 adultos encontró que, aquellos con actividad alta tenían una ventaja de edad biológica de 9 años sobre aquellos que eran sedentarios, y la diferencia en edad celular en la actividad alta versus actividad baja fue de 8,8 años. ¡Claramente el ejercicio nos mantiene jóvenes y nos sentimos bien!

Ahora que tienes clara la importancia de mantenerte activo después de la mediana edad, no lo pienses dos veces y busca cuáles ejercicios van mejor para ti.

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